Mayo y flores: cómo combinar pescado azul con vegetales

Si a la llegada de la primavera le sumamos las nuevas tendencias en cocina, las posibilidades a la hora de convertir un pescado a la plancha en un suculento plato de autor se multiplican consiguiendo combinaciones de sabor que nunca antes habías imaginado. Por eso, te acercamos diferentes posibilidades, desde las más tradicionales hasta las más vanguardistas, para que vistas tu cocina de un toque floral y vegetal aprovechando ésta época del año.

¡Soy un clásico!

Si eres de sabores tradicionales, pero siempre efectivos, prueba a combinar tu pescado azul con un buen sofrito casero de pimientos, con un pisto o una escalibada. Pero tampoco hay que liarse en la cocina: con un delicioso tomate de huerta, unos espárragos o con una cebolleta dulce puedes acertar de pleno en la cocina.

¡Un Chef en casa!

Si lo que realmente quieres es probar sabores y combinaciones nuevas apuesta por acompañar el pescado azul con hierbas aromáticas como el hinojo o algas como pak-choi o alga kombu para darle un aire internacional a tus platos. Si te animas con la cocina de autor, busca flores comestibles que alegrarán tu plato y tu estómago como la Rabaniza Blanca que aportará un toque picante a tu plato o las Flores de Salvia, que además de ser vistosa y tener un sabor bastante aromático, facilita la digestión y es un hipoglucemiante (antidiabético) natural.

¡Me uno a las tendencias!

Yendo un paso más allá, puedes dejarte llevar por las tendencias actuales en cocina y realizar un ceviche macerado en zumo de lima, hacer una ensalada combinando tu pescado azul favorito con germinados de judía verde, por ejemplo, o mezclarlo con un rico pesto para acompañar un plato de pasta.

Existen, además, mil posibilidades de conseguir platos ricos que no suman grasas ni calorías como un sofrito de aceitunas negras (ideal para acompañar un atún a la plancha), una crema de zanahoria (que además aportará color), una salsa de cebolla, manzana y curry (para transportarte directamente a oriente) o, si estás a dieta, de cualquier antioxidante como el limón, el ajo crudo, el cilantro fresco o el perejil.