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14 Mar

Prevención del riesgo cardiovascular: una asignatura pendiente

Imagen noticia Prevención del riesgo cardiovascular: una asignatura pendiente

En el Día Europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular, aportamos nuestro granito de arena al objetivo general de concienciar alrededor de su prevención y controlar sus causas.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en Europa. Existen factores de riesgo, como la edad, el sexo, la herencia genética o la diabetes, que no son modificables, pero otros muchos aspectos dependen de nosotros y pueden suponer una gran ayuda para la adelantarse este tipo de afecciones. La prevención es la asignatura pendiente de la salud cardiovascular.  

El colesterol, la diabetes tipo 2, la hipertensión, el tabaquismo, el estrés, el sedentario… son algunos de los marcadores más comunes del riesgo cardiovascular. A continuación veremos las claves para su prevención:

1. Una dieta sana y equilibrada nos puede ayudar a controlar el colesterol, la hipertensión y el exceso de peso. Lo más recomendable es el consumo habitual de frutas, verduras, cereales, carnes magras y pescado, especialmente pescado azul por su alto aporte de ácidos grasos Omega3. Debemos reducir el consumo de grasas saturadas, tener cuidado con los alimentos que son fuente de colesterol (carne roja grasa, leche entera, cremas…) y priorizar la grasa procedente del aceite de oliva, frutos secos y pescado azul. La prevención de la diabetes tipo 2 es también uno de los aspectos más importantes de la alimentación, ya que este es otro de sus riesgos principales. 

2.  Junto a una dieta saludable, hacer deporte todos los días es otro de los puntos más importantes. Un estilo de vida físicamente activo mejora el funcionamiento del sistema cardiorrespiratorio, previene el sobrepeso, la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertensión. Lo ideal es realizar ejercicio, preferentemente aeróbico, al menos 3 veces a la semana durante 30 minutos, y, sobre todo, mantener el hábito a lo largo del tiempo. 

3. ¡Deja el tabaco! De sobra conocemos los perjuicios del tabaquismo en la salud, y, afortunadamente, su consumo cada vez está más limitado. Fumar habitualmente, tanto de forma activa como pasiva, aumenta el riesgo de trombosis y reduce el calibre de las arterias coronarias, además de todos los efectos a corto plazo que provoca: fatiga, baja capacidad pulmonar, aumento la presión arterial, disminución la oxigenación de la sangre, etc.

4. El consumo de alcohol debe moderarse. Es cierto que un vaso de vino tinto al día es beneficioso par ala prevención del riesgo cardiovascular, pero en el caso de su consumo en grandes dosis, se pierden estos efectos y puede provocar arritmias, hipertensión, cardiomiopatías… 

5. Evitar el estrés. Aunque el estrés no sea un causante directo de enfermedades cardiovasculares, sí que es un importante agravante, ya que las situaciones estresantes incrementan la presión arterial. Evitar el estrés requiere un trabajo psicológico y una cuidada planificación del tiempo, pero supone una notable mejora en la calidad de vida.

6. Por último, las revisiones médicas periódicas son imprescindibles, especialmente a partir de los 40 años, y sobre todo en personas con factores de riesgo como antecedentes familiares, hipertensión, colesterol o tabaquismo.  

¡Disfruta de tu salud!

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ETIQUETAS:
salud, cardiovascular, alimentación, prevención, pescado azul, omega 3,
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