Bonito del norte, el alimento del verano

Si hay un alimento que nunca falta en la mesa de verano, éste es el Bonito del Norte. Y no es para menos: además de estar en plena temporada para comerlo fresco, el congelado y en conserva son protagonistas indispensables de los meses estivales por su frescura, su sencillez y sus propiedades saludables. 

En los días más calurosos, el cuerpo nos pide alimentos ligeros, refrescantes, que nos ayuden a hidratarnos y también a mantener las fuerzas. El pescado azul como el Bonito del Norte cumple todas estas funciones debido a su bajo contenido calórico y su importante proporción de proteínas de alto valor nutricional, lo que lo convierte en el plato, acompañamiento o snack ideal para sobrevivir al verano con energía y, a su vez, seguir manteniendo la línea. 

Además de su valor saludable, su variedad de formatos lo hacen muy práctico, ya que, en estos meses en los que pasamos más tiempo fuera de casa y cocinamos menos y más rápido, una sencilla lata o tarro nos hacen la vida más fácil al mismo tiempo que nos ayudan a mantener una alimentación sana y equilibrada. 

Durante esta época también tendemos a ser más activos, a realizar más ejercicio físico, lo cual, unido al calor reinante, nos exige una alimentación más cuidada. El Bonito del Norte es una estupenda fuente de energía para sobrevivir a estos factores, y también supone, debido a su alto contenido en proteína, un remedio perfecto para recuperar el músculo dañado por el ejercicio intenso. En la misma línea, las vitaminas y antioxidantes que contiene contribuyen a prevenir enfermedades y proteger la piel del sol, hidratando y reforzando su colágeno, además de mantener las defensas.